Devistar, Reino Gnomo, Boreo 20 del campo de las estrellas.
Querido hermano.
Los días que le han seguido a mi última carta han estado llenos de batalla, parece ser que donde van este grupo de Caballeros Leonarios suele haber mucho de ello. Noble su tarea es y caminan del lado de la justicia y el bien.
Tras lo ocurrido en Garm, Onan ha desaparecido sin dejar rastro de nuevo, después de un rato de buscarle sucedió una de esas simetrías que solamente el destino puede tejer, siguiendo los rastros del ejercito del condado un bárbaro con armadura hecha de retazos de otras armaduras cruzo nuestro camino, se encontraba siguiéndolos, tratando de poco a poco ir eliminando el enemigo que venía arrasando con poblados.
Se presentó como Ronan de los Kadarshian, Barbaro, compañero de paladines y fiel seguidor de Mielikki, inmediatamente le relacionamos con Onan y nos dimos cuenta que se trataba de su hermano. No tuvimos mucho tiempo para ponerle cabeza a ello, el Mago Asrham uso uno de sus espejos para enviarnos un poco más adelante de donde aparentemente el ejército del condado iba, estábamos a unos cuantos metros de la ciudad de Devistar.
A un par de minutos se veía la nube de polvo que levantaba el grupo de Orcos, Bugbears, y jinetes, la preparación no iba a ser mucha así que entramos a la ciudad tratando de establecer un lugar seguro donde combatir, sin embargo al adentrarnos en esta tuvimos varias señales perturbadoras.
Lo primero era el rastro de pasos mucho más grandes que los de gnomos, y la gran cantidad de ellos, lo más probable era que un contingente más pequeño hubiera cruzado antes por el sitio, hacia las Cuevas Gol, lo segundo fue el encontrar una pira, con cuerpos de gnomos atados a ella quemándose, al mejor estilo de una cacería de brujas...
Decidimos separarnos, Sven y yo tomamos el camino hacia las cuevas gol siguiendo el contingente pequeño, mientras que los demás se quedaron, esperando en lo posible detener los esqueletos que transportaban la urna con la que usualmente traen las esferas oscuras.
De lo que me contaron, ellos recibieron el ataque en oleadas, primero fueron orcos que probaron la capacidad guerrera de Ronan ante el grupo, este con relativa facilidad fue capaz de enfrentar dos grupos de hasta 5 oponentes, Hothet, Dael y Kathrynn cubrieron sus espaldas.
En esos instantes Dael se dio cuenta de una amenaza que no habían notado en cuenta hasta el momento, Devistar, pueblo se encontraba desierto hasta hace unos minutos, ahora se encontraba lleno por todo lado de gnomos, que no parecían estar bien bajo sus facultades mentales, Invoco un elemental de agua para mantener los pequeños ocupados, en ese momento solo la opción de avanzar hacia el ejército fue razonable ante la alternativa de masacrar aquellos que habían caído presos de la locura.
En el campo de batalla, Kathrynn avanzaba entre los escombros asaltando con rapidez los enemigos, Hothet por su lado encontró más efectivo librarse de las masas que les asaltaban usando varias veces bolas de fuego, fue allí en medio del ruido y de las flechas que les zumbaban los oídos que pudieron ver como 4 esqueletos se movían cerca al rio, guardadas solamente por un jinete no-muerto, y llevaban la urna.
Los líderes jinetes del ejercito dejaron a un lado los arcos con los que previamente habían asolado al mago y a la picara, se hicieron de armas contundentes para empezar su ataque, observando que sus compañeros no estaban en posición de alcanzar la urna, Dael voló por encima de la batalla, arriesgando su vida en el proceso y le hizo frente a los levantados, mientras sus compañeros combatían a los escarabajos montura y a los malvados sobre ellos.
Cuando la batalla termino, los gnomos habían comenzado a ignorar el elemental de agua que solamente los contenía, cansados y golpeados se prepararon todo lo que pudieron para intentar lanzar el hechizo de prisión de luz que les permitía contener las malignas esferas, sorpresa se llevaron al observar que dentro de la urna no había nada, todo era un señuelo.
Mientras esto sucedía Sven y yo habíamos seguido el grupo de avanzada hasta las cuevas, en la entrada debimos vérnoslas con un grupo grande de orcos, una unidad muy bien armada con mago y clérigo a su disposición que nos hizo tremendamente difícil la batalla, el viejo todavía lo tiene dentro, pelea como un Leonario fundador.
Nos separamos para dividir la cantidad de enemigos, luego me he enterado que eliminando los últimos de su parte, recibió heridas fuertes, aun así el viejo ha logrado sobrevivir. Yo por mi lado he continuado siguiendo el grupo de los esqueletos y la súcubos que llevaban la urna (esta última sin embargo ya no es la misma que estaba en Garm).
Las cuevas gol son un laberinto gigantesco, informe a los Caballeros Leonarios de mi posición y me adentre en el complejo, el cual parecía estar siendo acomodado para dar acceso a una locación llamada el templo de la tierra. Dael, Kathrynn, Hothet y Ronan me alcanzaron relativamente rápido, pero pude notar lo cansados que estaban cuando llegaron a mi posición, en un espacio abierto lleno de plataformas y túneles sostenidos en el aire, girando a gran velocidad como por el efecto de un dinamo.
Superando unas cuantas trampas he llegado hasta una especie de capilla que honra el espíritu de Gaia, aquí una hermosa ninfa de piel arborea se ha hecho presente para recibir a los visitantes, la súcubos fue decididamente hostil con ella y trato de controlarla mentalmente, al fracasar le causó una herida grande con sus garras y esto no tuvo buena respuesta.
Terra como se presentó ante nosotros era la ninfa de la tierra, guardiana de este templo, decidida a no tolerar irrupciones hostiles en su lugar sagrado, empezó a transformarse en un dragón muy grande de piedra, que como primera acción destruyo los esqueletos que llevaban la urna y partió en dos esta...
Al fin pude ver el objeto de lo que tanto ha estado hablando padre, se trata de una esfera negra, como si el vacío mismo estuviera contenido en aquel pedazo, a través de ella el sonido mismo se ahoga y solo desprende una sensación de maldad, de desesperación como ninguna otra cosa que haya visto, la potente bola de aniquilación comenzó a dar círculos erráticamente por la habitación, mientras yo entable batalla con la súcubos.
La batalla fue difícil, debí utilizar todas las habilidades que el señor William Baggins y Padre me enseñaron, incluso imitar algunos movimientos de Ariel que nunca creí funcionarían. Aun así no fue suficiente para terminar con la aberración solo, afortunadamente los caballeros Leonarios llegaron a tiempo y pudieron respaldarme en mi momento de necesidad.
La esfera negra me tomo en medio de un movimiento donde esquivaba un garrazo de Terra que hubiera terminado en mi cuello, el impacto de esta cosa se sintió como si te abrazaran todos tus miedos, como si la desesperación te invadiera, como si ya no hubiera luz en este mundo. Por lo que me narraron Caios (mi celestial Leonal guardián al cual no te he presentado) me protegió de caer al barranco cercano y probablemente también de contraer más daño.
Los muchachos lograron terminar con la súcubos, luego les costó algo de trabajo convencer a Terra de que no éramos sus enemigos, las acciones hablaron más que las palabras y la prisión de luz sobre la esfera negra sello las intenciones de nuestro grupo en el lugar.
La ninfa nos dejó fuera de las cuevas, evitándonos el tortuoso viaje de vuelta, después de recoger a Sven el grupo ha pasado la noche en un cobijo de Leomund, se han dado cuenta de mi identidad y no estuvieron precisamente contentos, se han sentido responsable por lo que pudiera pasarme y han sido especialmente duros, no que los culpe ahora que me dé cuenta de lo que enfrentan. He decidido dejarlos en la madrugada antes de que se levanten pese a las protestas de Sven al respecto.
En la mañana cuando me adelante a ver el camino ha pasado algo extraño, una mujer humana muy hermosa vestida con la armadura de Onan y su maza ha cruzado mi camino, me ha atacado un par de veces y después de mirarme de manera feral algo pareció calmarle, se acercó a mi lentamente, luego de ver mi rostro de cerca ha sonreído, ha arrancado en carrera y se ha perdido en la selva negra. Esto me ha dejado pensando acerca del destino de Onan...
Partiré hacia el territorio de los Siete Reinos, quiero ver que aventuras puedo encontrar allí. Tengo una extraña sensación de soledad, de desesperación y vacío dentro de mí que quiero despejar. Quiero que el viaje que tenga ahora me de nuevas aventuras, nuevos retos, tal vez alguna vez pueda realmente sentirme a la altura de ser un hijo de Lionheart. Quisiera estar haciendo este viaje contigo hermano, pero sé que no lo aprobarías. En todo caso...
Te extraña Mucho
Aios Lionheart.
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