Leonaria, Boreo 9 del Campo de las luces, 70Dl
Estimado
Veydann
Este grupo que has encomendado a cruzar a través del desierto tiene el potencial que has mencionado, las bestias del desierto se alejan de nuestra carreta, como si supieran que la muerte les aguarda si se cruzan en su camino, Allen el Ranger elfo guarda una curiosa semblante similar al tuyo, tendrás algo que ver tu ahí, amigo mio?
Allen Wynn |
Durante la parte final del camino hasta El lago he sentido que nos han seguido, parecen guardar su distancia y desde que vieron entrar al grupo a las arenas secas no se han acercado más, Dael ha estado inquieto con mi presencia, su naturaleza caótica le hace desconfiar de todo y de nada, aun así esto probablemente pruebe ser una virtud en futuros viajes, Hothet el mago parece cada vez más seguro de sus habilidades y se toma libertades con sus hechizos que probablemente nunca antes se tomó en su escuela en Leonaria, la señorita Lighthand mide muy bien sus acciones, es precisa con las palabras así como con las manos, ellos tres son la conciencia y la mente del grupo.
Los otros tres sin duda son la fuerza, Allen ciertamente disfruta el viaje y sus posibilidades, aunque por encima de nada, piensa en divertirse y en que puede ganar de todo lo que encuentra, Shiki por el contrario esta entusiasta con sus misiones, pues desea probarse a sí mismo y a Leonaria como un gran elemento, Onan por otro lado es una fuerza de la naturaleza, bárbaro por excelencia, sin embargo con una inteligencia remarcable y un sentido de liderazgo en batalla innato, ha caído en posesión de un arma de Tecnarquia, aunque dudo conozca todos sus capacidades, es una fuerza a reconocer cuando la usa…
Tecnarquia Weapons |
Estoy empezando a preocuparme por la continua aparición de armas de este tipo….
Después de un rato de revolotear por las arenas, el grupo encontró la entrada al templo del agua, en la cúpula en el centro de El lago, tuvieron algunos inconvenientes para pasar, sobre todo por la presencia de un cubo gelatinoso a la entrada, Allen se quedó atrás provocando el cubo para lograr abrir paso al grupo y mientras estos pasaban a través de un túnel lleno de agua de cierta profundidad.
Onan estuvo cargando a Jorelen todo el tiempo, no dudo en deshacerse de su equipo para llevar al paladín lo más rápido mientras nadaba y lo llevaba de nuevo a un sitio con aire, aparentemente lo que les falta en medios mágicos lo compensan con gran honor y voluntad.
Mi ojo vigía los siguió a través del calabozo, desde su llegada al sitio podía respirarse un aire impío, una podredumbre que no tenía su origen en la naturaleza, kathrynn pudo advertir la presencia de trampas en el sitio, tanto de origen mecánico como de origen mágico, tanto su mirada como la del guerrero Shiki parecen tener cierta afinidad, pues su mirada siempre vaga hacia las fuentes de magia con una predisposición casi natural.
Dael fue el primero en advertir que la muerte había ya cruzado estos salones, pues podían determinar la presencia de cadáveres en los pozos de aguas corruptas que rondaban el lugar, el clima adentro era extraño, la temperatura cambiaba constantemente oscilando hacia lo frio, sin nada que envidiar a una fantasmagórica morada, pero con una presión de aire que hacía difícil respirar, arduo el avanzar.
Pasado un rato de avanzar por el oscuro y frio recinto, arribaron a una habitación con una fuente, sin sospecharlo guardianes elementales de agua estaban ya esperando su llegada, con ansia de determinar sus intenciones, de saber si los invasores venían a liberarlas de su maldición y miseria o por el contrario solo eran más busca tesoros y enemigos.
Paraelemental |
El aspecto sombrío de las paraelementales no fue bien recibido por todos, quienes vieron una amenaza en las criaturas, a pesar de intentar purificar el agua que las conformaba, muchas de las criaturas estaban casi corruptas a su esencia, y había una especialmente peligrosa conformada de putrefacta agua.
El combate se resolvió rápido, especialmente después de que kathrynn hallo el sistema para quitarles la alimentación de agua a las criaturas, en el caos de la batalla, Shiki recogió la espada de un cadáver humano, la cual brillo con justa luz cuando ataco la malvada elemental, ohhh Veydann, aquí yacían los restos del Capitán Helio y su poderosa espada del sol, si tan solo hubieras escuchado…
Hellio |
Descubrir compañeros Leonarios helo la sangre de todos, alguien había estado aquí primero y fallado en su tarea, alguien cuyas familias ellos tal vez conocían y esperaban el regreso de sus queridos. Onan tomó sus marcas de identificación y las cargo con él, tomaría la tarea del ave oscura de ahora en adelante, regresaría el honor de estos guerreros a su tierra, a si se convirtiera en el mensajero de la tristeza.
La rabia del momento la pagarían los restantes guardianes del sitio, uno de los hombres lagarto, guardianes leales de la ninfa del agua, trataron de tomar por sorpresa el grupo, Dael lo tomo especialmente con poco humor y mató con poco remordimiento al atacante, el resto de la guardia de hombres lagarto que estaban atrasados, cerró el paso y fue necesario volver sobre los pasos y encontrar otra ruta, para evitar la mortal trampa con los muros que los reptiles habían activado.
La ruta que se abrió ante ellos no fue placentera, debieron caminar por estrechas cloacas y pasajes incómodos llenos de mortales trampas, al final después de muchas vueltas por el lugar finalmente lo hallaron, ahhh el recinto de la ninfa, una cámara de cristal desde donde fácilmente podía observarse el mar y sus profundidades, lleno de plantas vivas que parecían moverse a voluntad de la moradora, una hermosa trampa en la que ya habían caído algunos…
Amelia |
Amelia la ninfa del agua estaba dormida, su cuerpo azulado y escamado como una sirena descansaba sobre una cama como un estanque, casi levitando entre los juncos, en un sueño inquieto y no placentero, pues no paraba de moverse de un lado a otro con una expresión de leve dolor. Todos en el grupo estaban impresionados por la trágica belleza de la escena, aún el monje cuyo control sobre las emociones es más fuerte, se veía conmovido y atraído por la sórdida intimidad de la escena, Kathrynn un poco menos impresionable ante éste el carácter de esta situación se acercó a la cama y despertó a la Dríada.
Al despertar un halo frío recorrió la habitación, la piel azul clara de la ninfa se oscureció y se llenó de venas y de manchas, y los ojos azules oscuros y profundos que Amelia había abierto se tornaron negros como el alquitrán. A pesar de no haber nunca visto nunca cosa igual en sus vidas, todos podían sentir que había algo inusual en su apariencia, en contraste a sus traslúcidos mantos, una tiara de hierro negro descansaba sobre frente, guantes y botas de piel con garras, y un broche oxidado pendía sobre el pecho de la mujer.
La acción tomo solo unos segundos, y bendito sea así, porque de haber tomado más las plantas del sitio o la mismísima ninfa hubieran acabado con las vidas de todos, La señorita Lighthand después de un análisis rápido de la situación, uso con habilidad una cuerda para atar a Amelia, mientras sus compañeros se abalanzaron sobre ella, y trataban de retirar la tiara metálica de su frente, sin embargo ante la imposibilidad de lograrlo y en un acto de atinada barbaridad, Onan arranco la corona de la frente de la guardiana con sus manos, con un mechón de sus cabello aun en sus manos, tomo su porra y destruyo el artefacto de un golpe seco en el piso, provocando que lo que antes esclavizaba la ninfa cayera al suelo rota en dos.
La ahora libre criatura recuperó sus colores, el impacto del arma sobre su cabeza, pareció significar nada ante el glorioso cambio que luego presentó, su piel y cabello comenzaron a brillar con destellos azules, las heridas perpetradas en el forcejeo sanaron con mágica rapidez, y los movimientos de la mujer se volvieron suaves y armoniosos.
Después de hablar con la desconcertada guardiana, entendieron la situación, en el pasado un grupo de invasores había logrado acceder al interior del templo, acabando con la gran guardia de hombres lagarto que cuidaba el lugar, una criatura impía con la habilidad de corromper las aguas se había abierto paso por el templo, había esclavizado la ninfa con una tiara que negaba su voluntad y había partido hacia lo profundo, el verdadero lugar que la ninfa guardaba, y allí se había quedado desde entonces….
Amelia que era la más joven e inocente de todas las ninfas, lloro amargas lágrimas al saber que en su recinto descansaban los cadáveres de dos soldados de Leonaria, de la unidad de Helio, que habían sido asesinados por su mano y por su hacer, cuando habían intentado hace muchos años lograr lo que había pasado hoy. La ninfa en agradecimiento compartió un beso con Jorelen, mientras que sus lágrimas también caían. El ritual tuvo el efecto esperado y este despertó de su letargo, después de conocer todo lo sucedido, estaba decidido a pelear, a terminar la tarea divina con la que había graciosamente chocado.
Onan realizó los honores a los soldados y el grupo prosiguió, decididos a castigar la maldad que se había abierto paso hasta allí. El lecho del mar los esperaba, el sentido de la dirección les decía que ahora estaban lejos de donde alguna vez había empezado, donde no había mar cerca, aquí sin embargo podían ver las profundidades a través del cristal, y al fondo, donde la luz del sol no iluminaba las aguas, una formación de algas que parecía formar un palacio.
A través de artefactos del lugar pudieron respirar en el lecho del mar, este guardaba recuerdos de una vieja batalla entre los protectores lagartos del lugar y las fuerzas que comandaba el corruptor. Después de un par horas nadando y esquivando tiburones, arribaron al templo submarino, Aunque este era guardado por hombres-tiburones y un calamar de mediano tamaño, la voluntad del grupo era férrea, y perseveraron hasta salir victoriosos de la batalla.
Al fondo del templo múltiples riquezas se enseñaron ante ellos, el viejo reino de hombres marinos que yacía aquí, desapareció sin llevarse nada, oro, joyas, esculturas y artes olvidados aún estaban allí.
En el fondo del templo el semidragón despertó de su letargo, 30 largos años habían pasado desde que había llegado a cumplir su misión aquel lugar, y la llegada de visitantes sólo podía significar una cosa…. Oportunidad de salir.
El hombre bestia se alzó en batalla, manteniéndose imponente y estático, confiado de su victoria ante el ya agotado grupo, pero los años no habían pasado sin dejar huella, todo el tiempo encerrado bajo tierra había hecho que olvidara la luz del sol, que le fue recordada por la Espada Solar de Helio, ahora empuñada por Shiki, el confinado espacio le había hecho perder la noción de moverse rápido en espacio abierto, y Onan pudo confundirlo con su rapidez y fuerza.
El semidragon |
Él era un semidragón, pero era más hombre que dragón en realidad, y tarde fue cuando las dagas de kathrynn, los puños del monje y las espadas combinadas de Shiki y el levantado Jorelen le hicieron recordar que no era inmortal.
Después de la pelea, todos estaban suficientemente agotados para continuar, sin embargo Jorelen sin miedo o cautela alguna se movió hasta la siguiente estancia, en la cual una luz de color grisáceo surgía de la habitación, era una presencia maligna de gran poder que surgía de una esfera negra como el vacío que flotaba en un pedestal, hecho de raíces de árboles que salía de las paredes y del techo.
Una leve voz nos habló desde la habitación, desde un cristal esférico que se hallaba resquebrajado, el espíritu de las aguas descansaba allí, y estaba débil, la voz contó la historia de cómo los invasores habían reemplazado la orbe en la que descansaba por un maligno artefacto, la esfera de desolación, una variación retorcida de la ya vil esfera de aniquilación, que había sido usada para desecrar las tierras de Colonia, y convertirlo en lo que era ahora.
El espíritu advirtió que el continente correría peligro, que se perdería el balance en la naturaleza con la corrupción producida por esferas de este tipo y el daño que producía al reemplazar las orbes elementales con ellas, el espíritu sintiendo que a alguien había encargado la tarea de su rescate, gasto sus últimas energías haciendo una prisión de luz, un artefacto para encerrar y contener las aberraciones de este estilo.
Entonces una puerta luminosa se abrió ante ellos y pudieron regresar al salón de la ninfa, y de allí a la superficie, después de recoger a Allen que aun jugaba con el cubo gelatinoso, después de reunirse conmigo en la carreta partimos a Colonia.
Con un destino pesado sobre sus hombros ahora, Los caballeros Leonarios durmieron un par de horas esa noche….
Alec.
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