Los Tres Reyes 2 (Wodal 21)

Día de la batalla.

Lionheart exhalo la última bocanada de aire y luego sintió la oscuridad rodeandolo, peleó por un momento con sus brazos tratando de salir, pero el peso de su armadura le hacía sentir más difícil moverse.

Repentinamente la oscuridad ya no estaba allí, solo tenia una sensación cálida y los ojos casi cegados por la intensa luz solar, un par de manos frías se posaron sobre sus ojos y al retirarlas pudo ver a Marian.

La Paladina Marian

-Estas tarde otra vez-musitó caprichosamente la paladina.

La mujer extendió la mano hacia Lionheart que dubito en tomarla.

-No estoy listo para ir- replicó el con tristeza.

-No es eso lo que estoy ofreciendo-contestó la paladina- es mi mano, para que te levantes.

Lionheart se incorporó poniéndose sobre las rodillas, mientras recuerdos comenzaron a cruzar su mente, primero fue su tiempo como niño en la selva negra, jugando con una pelota caliente con el resto de la pandilla de los animales, luego volvió casi al presente y veía a Richter ofrecerle la mano antes de salir a pelear.

-Estoy aquí para ti padre.

La voz sonaba como un casi un eco y de nuevo se perdia en la distancia. Se incorporó hasta quedar de pie y más recuerdos cruzaron su mente como relámpagos. Ariel, William y el, lanzaban su último ataque a Xion rompiendo el escudo de divinidad y siendo bañados por ella, luego estaban en el horno de Hefestos donde cada uno de ellos se hacía dueño de semillas de poderosos hechizos, segundos despues estaba repentinamente de vuelta a su reino.

-Ustedes acabaron con un dios, no?- Increpo Aios Lionheart mientras se alejaba de la habitación del trono moviendo las manos de manera despreocupada- el gran monstruo de lodo tiene que ser pan comido.

El siguiente recuerdo de Lionheart comenzó con el rostro sonriente de su hija Helena, que le daba la mano  invitándole a bailar, era como una pequeña Marian con diferente color de cabello, luego recordó a Ariel usando su semilla para crear una puerta al pasado, mostrándole la destrucción de la colonia, aquello por lo que empezaron esta guerra.

Helena Lionheart

Sintió un golpe en el hombro, justo como aquel que William siempre causaba cuando saltaba sobre su hombro en combate, luego su voz como un eco decia que el cuidaría bien el reino por él.

Una vez más la luz brillante le cegó los ojos, y pudo reconocer que provenía de una esfera blanca, aquella que había destruido la colonia, la vio a través de la puerta de Ariel como tocaba la Ciudad y borraba todo de la existencia,  en ese instante el Rey tuvo su epifanía.

-Te estas ahogando - Escucho la voz de Marian - Toma mi mano.

Lionheart extendió su mano, buscando la mano de Marian, podía sentir el peso del lodo aplastándole, pero allí cerca y a la vez lejos se hallaba aquella mano esperándole, conjuro todas las fuerzas que le quedaban y se arrojó sobre ella, un instante después sintió como le agarraban con fuerza y le elevaban de la avalancha de lodo.

Hubo un momento de luz intensa y fugaz al finalmente poder respirar, sus ojos volvieron a iluminarse y Lionheart reconoció a Ariel que le sostenía de una mano mientras volaba sobre la avalancha.

-Ariel? - increpó confundido- Donde, donde esta… ella… donde esta William?

-Quedo sepultado al igual que tu -contesto Ariel- pero ese consiguió una forma de evitar ser aplastado, y se escondió al igual que yo, Alastar se fue cuando nos creyó terminados. Je, allí está.

Ariel señalo a una posición donde el lodo hacia una caprichosa forma esférica, después de observar por un momento Lionheart pudo reconocer a  William que había creado una burbuja casi perfecta de calor, creando una esfera de lodo seco como el ladrillo, con apenas orificios para dejar entrar aire y no ahogarse, era el regalo de la diosa Dert para él, el recubrirse de fuego que todo lo quemaba y todo lo aguantaba.

Se reagruparon un poco más lejos y observaron el panorama, varios Spelljammers habían caído con el ataque de los portales de Alastar, sin embargo el elemental montaña viva de lodo aun no tomaba cohesión de nuevo y le tardaría unos minutos reagruparse para continuar su camino. En ese momento Lionheart aprovecho para  contarles la idea de como vencer a los demas.

Los encuentros como estos no eran ajenos a ellos en sus batallas habian  trabajado maniobras extrañas para enemigos imposibles en el pasado, la pelea con el pirata no muerto Dorsan, con William y Traubon, aquella con Xion con Ariel y William. Sin embargo el plan de Lionheart para el elemental de lodo les dio pausa.

Ariel pensaba que era arriesgado para todos y definitivamente suicida para su amigo, el Ryujin reviso los pasos atentamente y bajo la presión del elemental de lodo reformándose y las tropas de sus ejércitos retrocediendo acepto.

William por otro lado estaba intrigado y fascinado por la naturaleza de lo que planeaban así que fácilmente estuvo de acuerdo.

Willliam

Cada uno de ellos tomo un par de las semillas que tenían guardadas y un vez el elemental de lodo estuvo completamente formado se lanzaron al ataque.

El primero fue William que de lanzo al frente quemando con

su conjuro de flama eterna, William no era un hechicero o un mago, así que había aprendido a canalizar el poder de su semilla y el fuego de Dert en sus dagas, el material del que el que elemental estaba secándose temporalmente como una especie de porcelana y temporalmente reduciendo su avance.

El siguiente en conjurar fue Lionheart, que uso su conjuro de duplicado temporal sobre  Ariel, creando dos del Ryujin que se ubicaron uno a cada lado y relativa distancia del elemental de lodo para luego conjurar su hechizo de ventana.

La ventana que ambos Ariel abrieron estaba apuntada a un punto específico en el tiempo, aquel donde la esfera blanca caía sobre la colonia.

Lionheart salto hacia la ventana mientras usaba su armadura mutable enfocando su defensa en dos robustos guantes de armadura, William paro su ataque por un momento y lanzo un segundo ataque de su llama eterna a los guantes de Lionheart.

Envuelto en la singular pieza de armadura que ahora se recubría de la llama eterna, Lionheart entro a la ventana de Ariel y sobrevoló hasta interceptar la esfera blanca. En sus manos sostenía ahora un arma de increíble destrucción que luchaba a cada instante por consumirle y solo el fuego de Dert le protegía temporalmente…

Se dejó caer de nuevo sobre la ventana y estuvo justo a tiempo para pasar antes que se cerrara, seguidamente y casi volando con la esfera en frente, Lionheart atravesó el gigantesco monstruo como si hubiera clavado sobre una ola, segundos después había atravesado su enemigo completamente y este bajo el efecto de la esfera blanca comenzó a desintegrarse lentamente.

El fuego de Dert comenzó a apagarse cuando le faltaban un par de metros de impulso para devolver la esfera a su tiempo original, en su mente cruzo el pensamiento de no hacerlo y tal vez evitar la catástrofe, pero sabía de estudiar el tiempo que solo reemplazaría una catástrofe con otra.

Ariel

Se acercó a la segunda ventana que Ariel sostenía y las llamas de William terminaron de desvanecerse, una onda debilitante le cruzo el cuerpo y su última defensa en sus guantes de cristal y mithrill comenzó a desvanecerse.

Trato de dejar ir la esfera pero sus fuerzas comenzaron a fallarle, cerró los ojos un instante y se lanzó a través de la segunda ventana, dejándose caer con la esfera que no se desprendía de él, en ese momento y de nuevo como un eco, la voz de su esposa volvió a su mente.

Lionheart abrió los ojos y pudo ver a su lado en caída libre el espíritu de su esposa, Marian lucia casi desnuda en una translucida y blanca aparicion, tan brillante que se confundía fácilmente con la luz de la esfera, le sonrió mientras tomo sus manos y despego la esfera de él, empujándola abajo sobre la ciudad, luego tomando algo de impulso le empujó hacia arriba y Lionheart ascendió rápidamente de nuevo hacia la ventana, antes de cruzarla el espíritu había desaparecido, dejando solo el sonido de una carcajada en el aire y el dulce olor de su perfume.

Marian como Espiritu

Ariel y Lionheart desaparecieron por seis segundos dejando a William solo ver como el gigantesco monstruo de lodo se desintegraba en la nada  como si jamás hubiera existido, en el cielo olas de energía verde cubrieron el cielo y en la distancia pudo ver el dragón negro tomar forma sobre la montaña y atacar.

Apenas sus compañeros estuvieron de vuelta, iniciaron su camino a la montaña del condado, sin energías ya pero con la esperanza de que aquella madrugada terminara la guerra. Esta fue la última batalla que los tres reyes pelearon juntos.

El amanecer hacia el condado